Entre 1984 y 2000 las bandas de precio del trigo, el azúcar y los aceites comestibles han generado transferencias netas desde los consumidores hacia los productores y el Gobierno, por un total de US$ 1.217 millones. Así, las bandas no sólo han estabilizado precios sino que los han sustentado siendo proteccionistas. Hay tres factores que han sesgado las transferencias en perjuicio de los consumidores: (a) la banda casi no tiene techo; (b) los precios han caído en los años de vigencia de las bandas, las que han retardado la caída de los precios internos; (c) el precio de referencia que utiliza aduanas es sistemáticamente más bajo que el precio que cuestan las importaciones. Los diez deciles de la distribución del ingreso se han repartido por parejo los US$ 1.217 millones. Mientras el decil más pobre ha pagado el 8.9% de las transferencias totales, el de mayores ingresos ha cancelado el 11.6% de ellas, demostrándose que las bandas son claramente regresivas.Los agricultores por su parte, se han quedado con tan sólo el 58% de las transferencias generadas, mientras que el Gobierno con el 31% de ellas y las industrias del azúcar y del aceite con el 11% restante. Más aún, se tiene que un agricultor perteneciente al 64% de menor tamaño ha recibido, en promedio, sólo US$ 1.929 en los 16 años que cubre el estudio, mientras que uno perteneciente al 4% de mayor tamaño, US$ 78.877.
Clasificación JEL: D30, F13, Q17.
Keywords: azúcar, bandas de precio, oleaginosas, precio de referencia, regresividad, transferencias, trigo