Este trabajo estima los peajes que le correspondería pagar a cada grupo de empresas de generación con cada una de las reglas de asignación que han sido propuestas en las sucesivas versiones de la ley corta, y los compara con aquellos que hubieran pagado con los contratos vigentes hasta marzo de 2002.El principal resultado del trabajo es que la magnitud de la redistribución de peajes depende crucialmente de qué fracción del “uso” del sistema se le atribuya a los retiros, aunque en todos los casos la fracción del sistema de transmisión pagada por Endesa disminuye.Mostramos además que, en general, los métodos GGDF y GLDF le dejan muchos grados de libertad a quien esté encargado de fijar el valor de los parámetros necesarios para aplicarlos. Por eso, el valor de los parámetros es parte central y no accesoria de la regulación de transmisión.Dentro de las muchas alternativas posibles, seguramente existen combinaciones de parámetros que inducen pagos de peajes económicamente sensatos y dan señales económicas apropiadas. Sin embargo, para identificarlos el valor de los parámetros clave debe decidirse con criterios económicos que son anteriores a estos dos métodos. Por eso, los factores GGDF y GLDF son inadecuados para seleccionar, entre todos los agentes del sistema, a quiénes deberían pagar una línea determinada, aunque una vez resuelto ese problema podrían ser apropiados para prorratearla.
Publicado en: Aceptado en: Cuadernos de Economía.