Desde su privatización, las empresas de telecomunicaciones han aumentado la cobertura de los servicios, así como su eficiencia interna. Luego de la desregulación de los servicios de larga distancia, las tarifas cayeron fuertemente y algo similar ocurrió con telefonía móvil, después de que el número de operadores aumentara de dos a cuatro. Sin embargo, la regulación insuficiente de los cargos de acceso a la red de telefonía fija, unido a la fuerte concentración en este servicio, puso en jaque a los nuevos operadores que ingresaron al sector. Cambio de regulaciones, especialmente a partir de 1994, han mejorado las condiciones para que ingresen nuevos operadores. Persisten, sin embargo, dificultades en la definición de los cargos de acceso. Por último, las ganancias de eficiencia demoraron en ser transferidas a los consumidores en los servicios donde la competencia era insuficiente, generando ciclos de elevadas rentabilidades a los proveedores de dichos servicios.
Publicado en: Revista Perspectivas de Política, Economía y Gestión, 6(1), 45-78, 2002.