El objetivo de este trabajo es estudiar en qué medida los estándares laborales podrían ser usados para justificar restricciones a las exportaciones chilenas. Nos interesan tanto las restricciones efectivas como aquéllas más sutiles, en las cuales la posibilidad de se impongan sanciones podrían inducir a los productores chilenos a elevar sus estándares y con ello sus costos (protección potencial). El estudio se centra en EE.UU. y Canadá pues son los posibles socios comerciales que con mayor probabilidad podrían plantear amenazas de restricciones al comercio basadas en incumplimientos de estándares laborales. El trabajo compara una serie de estándares laborales vigentes en Chile y los países de NAFTA, y examina si existen diferencias significativas que podrían llevar a requerimientos de armonización de estándares o justificar acciones que perjudiquen las exportaciones chilenas. Se concluye que la legislación chilena es consistente con los principios acordados en el marco del NAFTA, aunque hay problemas laborales específicos en sectores exportadores. Esto ha motivado la preocupación del gobierno, dado que este tipo de elementos surgen con fuerza en las negociaciones de acuerdos de libre comercio con países desarrollados, en los que Chile está interesado. En efecto, los Acuerdos de Libre Comercio, al incluir acuerdos laborales complementarios, transforman la legislación laboral de cada uno de los países en una restricción efectiva, actuando como presión externa adicional para cumplir con la legislación .
Publicado en: Las Nuevas Caras del Proteccionismo, R. Fischer (ed.), Santiago, Dolmen-CEA.
