Desde 1984 y hasta 1997, la economía chilena experimentó un crecimiento per cápita promedio de 5,4 por ciento, lo que la ubica dentro de las economías exitosas del mundo de las últimas dos décadas. Sin embargo, entre 1998 y 2001 esa tasa cayó bruscamente a 1,2 por ciento por año. Este artículo analiza el rol de la acumulación de factores y la eficiencia en su uso durante los últimos 20 años en Chile para entender la evolución del producto, en el contexto de un modelo de crecimiento neoclásico simple. El análisis muestra que, a diferencia de lo ocurrido durante la crisis de comienzos de los años 80s y durante el proceso de recuperación y fuerte crecimiento económico que le siguió hasta 1998, en los que la eficiencia en el uso de factores fue el principal motor de la actividad económica, durante los últimos tres años fue la caída en el empleo el principal elemento detrás de la declinación en el ritmo de crecimiento de la economía. Este artículo sugiere que esta caída en el empleo se vincula a un encarecimiento del factor trabajo percibido por los agentes económicos, lo que podría ser el resultado tanto del debate en torno a la reforma laboral como de los significativos aumentos del salario mínimo o, más en general, de un ambiente de mayor incertidumbre asociado a factores políticos. En nuestro modelo, el incremento en el costo de contratación puede ser aproximado a través de un mayor impuesto al trabajo de 6,75 puntos porcentuales, incorporado a partir de 1999.