Los países en desarrollo están, por lo general, en una etapa incipiente en cuanto a regulaciones ambientales. Chile no es una excepción, y en la actualidad la contaminación por arsénico proveniente de las fundiciones de cobre es un problema serio. Para regular estas emisiones se ha propuesto un estándar de concentración aplicable a todo el país. Sin embargo, poco se sabe respecto de la exposición, efectos de salud y costos de reducir estas emisiones. Para proponer una política realista y eficaz, es necesario conocer éstos. Este trabajo presenta los resultados de un proyecto de tres años de duración que combina ingeniería, economía y salud y entrega los antecedentes requeridos para hacer una evaluación riesgo-costo de diferentes valores posibles de estándar de calidad. Los resultados muestran que hay opciones «win-win» que logran significativas mejoras en salud a muy bajo costo, e incluso con beneficios netos para las fundiciones involucradas. Sin embargo, los costos aumentan rápidamente al hacerse más restrictiva la norma de calidad, mientras que los beneficios adicionales de salud son muy bajos. En muchas localidades, niveles naturales altos de arsénico hacen muy costoso o simplemente imposible el lograr estándares muy exigentes. Los resultados obtenidos sugieren la necesidad de regular caso a caso cada fuente en vez de utilizar un instrumento único, ya que una reglamentación pareja es, o infactible, extremadamente cara, o deja sin protección suficiente a zonas importantes.