El uso del análisis probabilístico puede ser muy útil para la gestión de riesgos en países en desarrollo, donde la información, recursos y la especialización técnica es a menudo escasa. Actualmente, la mayoría de las agencias regulatorias en el mundo recomiendan el uso de los enfoques determinísticos para el análisis de los problemas relacionados con la toma de decisiones. Sin embargo, este enfoque no incorpora la incertidumbre en las variables, ni su propagación a través de los distintos procesos en que intervienen. Con ello se reduce arbitrariamente la complejidad del problema y se desaprovecha información valiosa para la definición de políticas realistas que, junto con proteger la salud, sean factibles técnicamente y razonables económicamente. A menudo, se usan valores extremos de las variables para asegurar que se consideran posibles (aunque quizá improbables) estados de la naturaleza. En este trabajo se comparan los resultados de un análisis determinístico con los de un análisis probabilístico para la regulación del arsénico en Chile. Se establecen las diferencias en cuanto a políticas públicas que se obtienen al incorporar la variabilidad. Se concluye que el uso de un enfoque determinístico puede llevar a la aplicación de una norma ambiental demasiado restrictiva al considerar sólo los valores medios. Sin embargo al sensibilizar estos resultados en torno a valores mínimos y máximos, el enfoque determinístico genera normas demasiado relajadas comparadas con las metas logrables en el análisis probabilístico, para un 95% de confianza. Adicionalmente, se examinan aquellas variables cuya incertidumbre incide de manera más significativa en la incertidumbre total, y por tanto permite definir donde deben focalizarse los recursos de investigación futuros.